“Los oaxaqueños hacemos algo bien, o no lo hacemos”, cuenta Ricardo Acevedo, fundador de La Oaxaquita, un proyecto que enaltece a los ingredientes y los platillos auténticos del estado ubicado al Sur Sureste de México; es de los más representativos de la gastronomía mexicana por tener como base maíz, frijol y chile. Se manifiesta en su mole, tamales, tlayudas y deliciosas bebidas… el tejate, chocolate de agua y mezcal, por mencionar algunos.
Estas referencias llegan inmediatamente al paladar y a la memoria olfativa, y afortunadamente puedes probarlos sin necesidad de salir de la Ciudad de México en este restaurante lleno de cariño, de sazón familiar.
Está ubicado en el corazón de la colonia Guerrero y surgió en diciembre del 2015 gracias a Ricardo; es hijo de padres oaxaqueños y tiene toda una larga historia familiar, él rinde homenaje a sus recetas e incluso las comparte con orgullo.
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Lo que inició como la propuesta de un colectivo sustentable, se transformó en un propósito de vida, “aquí teníamos un proyecto de agricultura urbana. El espacio estaba vacío y lo usábamos para dar talleres, hacíamos composta. Después empezamos a vender tlayudas y café para comenzar a solventar gastos, porque no teníamos sueldo, de ahí comenzó a nacer la idea de Oaxaquita; fue poco a poco, o sea, realmente fue muy progresivo desde el inicio. En el 2018 por fin saltamos un poquito a vender más”.
Y es que ni casi tres años intermitentes durante la pandemia entre pedidos para llevar y no abrir al 100%, lograron desistir de este sueño. “El año pasado más o menos se estabilizó y afortunadamente a la gente le ha gustado; la especialidad siempre han sido las tlayudas, pero manejamos mucho lo que es la comida del Valle”.
Oaxaca se conforma en 570 municipios, los cuales se dividen ocho regiones: La Cañada, La Costa, El Istmo, La Mixteca, Papaloapan, Sierra Sur, Sierra Norte y Valles Centrales y esta última es la que podrás encontrar principalmente.
¿Qué puedes comer en La Oaxaquita?
“Las memelas y sopes son un menú básico, las salsas o los moles varían un poquito, digamos que diario tenemos una especial, pero no tenemos un orden fijo, nos gusta estar sorprendiendo”. Ricardo cuenta que dentro de los especiales está la barbacoa de pollo, amarillo de res y de pollo, el coloradito con chícharo y cocido de puerco; próximamente tendrán estofado de res. Casi todos los ingredientes son traídos una vez a la semana desde Oaxaca, “mole, queso fresco, quesillo, chorizo, tasajo, cecina enchilada, tejate y café”.
Ofrecen porciones generosas, ideales para pedir un poco de todo al centro y compartir. Algunos de nuestros favoritos fueron la salsa de queso que consiste en trozos de queso fresco puestos al comal y bañados en salsa roja ligeramente picosa ($135), la tradicional tlayuda mixta de tres carnes, que además viene integrada con asiento, quesillo, jitomate, cebolla, aguacate, col y frijoles ($220), y las enfrijoladas con chapulines ($175), que están rellenas de quesillo.
No olvides también probar sus memelas, sopes, doraditas y el tradicional pan de yema. Y para acompañar tus platillos tienen opciones de chela artesanal, bebidas a base de cacao, una margarita e incluso mezcal.
Ricardo confiesa que pasó las arduas pruebas de sazón de la familia e incluso cuando lo visitan en el local están orgullosos de lo que ha logrado, “la comida oaxaqueña es tan bonita porque es mucho de herencia, de querer realmente lo que haces; los oaxaqueños hacemos algo bien, o no lo hacemos”.
Dentro de la magia que distingue a esta propuesta, se debe hacer obligada mención a la decoración. Entre papel picado, cuadros hechos por su mamá, figuras de barro, materiales reciclados, plantitas y gráficas de artistas locales de exposición o a la venta, Ricardo abraza este espacio también como una galería abierta en la que incluso puedes acercarte a contar tu propuesta para tener un espacio.
Expandiendo el legado
Dentro de los planes a futuro, quieren lanzar un sitio de venta en línea con productos traídos de Oaxaca, el cual esperan esté listo para finales de año, “nos han pedido mucho producto para llevar a casa y de hecho en la pandemia fue lo que hicimos, teníamos unos guacalitos para que hicieras tu tlayuda en casa, creo que también lo volveremos a hacer”, cuenta.
Además de que hace un par de semanas estrenaron la nueva sede en Tepoztlán, “la vida, los contactos y los amigos dieron la oportunidad y aprovechamos. Estamos empezando con mucho ánimo, estamos alegres de que por allá tengan una buena tlayuda”.
Para estar al tanto, no olvides seguirlos en redes y estar pendientes de sus promociones o actividades.
Pd: Lleva a tu amigo oaxaqueño, pues te aseguramos que será su nuevo lugar favorito.
Instagram: @la_oaxaquita
Dirección: Degollado #75, Col. Guerrero
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